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viernes, 18 de febrero de 2011

El cirquero, el Rey y su mascota el oso

Estimados lectores, amigos, colegas y seguidores en twitter:

El día de hoy les dejo la tradicional fábula coaching del viernes con el consabido mensaje de superación que conlleva y que versa sobre como aprender a liberarnos de las innecesarias preocupaciones, o cuando menos, no anticiparnos a los hechos. Espero que sea de su agrado.

Cierto día en la campiña de un hermoso reino, transitaba un cirquero con su espectáculo llevando alegría a los corazones de todos los habitantes de la comarca, hasta que por fin, luego de su merecida fama ganada con sus actos circences, le llegó un comunicado del monarca de aquella región, en donde su presencia era solicitada de inmediato. Al saber de aquella petición real, muy emocionado le comentó a su esposa lo sucedido y con gran emoción vistió sus mejores ajuares y salió en pos de la reunión importante que le aguardaba.

Por otra parte, el Rey tenia como mascota un oso, el cual recibía todas las atenciones que el jerarca exigía para éste, era tanto el aprecio que le tenía, que no permitía ninguna acción que atentara contra la salud y vida de su bello animal.

Una vez que llegó el cirquero al palacio real, de inmediato fué presentado al monarca; el cual para corroborar la fama del susodicho le solicito a éste que le mostrará algún acto, pero con su querido oso. En ese momento, el cirquero se acerco al animal quien contrariado lo abrazo fuertemente,  nuestro amigo cirquero al verse en apuros por la falta de aire, golpeo con fuerza a la mascota real con la finalidad de salir del percance y los ahí reunidos temieron por la vida del artista de circo.

El rey, al ver el maltrato que hicieron a su mascota de inmediato ordeno que fuera encarcelado el cirquero y pasara toda su vida en las penumbras.  Triste y acongojado, nuestro amigo al verse en tan difícil situación murmullo (dentro de la celda) las palabras siguientes: ¡No hay problema!, ¡Al cabo que iba a hacer "hablar" al oso y eso no sucederá ya porque estoy preso!. De inmediato, al escuchar estas palabras que daban a conocer otras de las virtudes del gran cirquero, los guardias lo llevaron nuevamente ante la presencia del Rey y éste lo interrogo: ¿Es cierto que puedes entrenar a mi oso para que "hable? -así se expreso el monarca mezcla de excitación y alegría pero sin descomponer su autoridad ante quien anteriormente lo había agraviado-, ¡En efecto su excelencia, si puedo hacerlo!, ¡Vamos¡ ¿Qué esperas? ¡Hazlo ya!.. ¡Esta bien, pero no puede ser posible sino hasta dentro de 3 años como mínimo, el entrenamiento lleva sus protocolos¡ -respondió el cirquero-, ¡Está bien¡ ¡Guardias, liberen a este hombre y no lo molesten para que pueda trabajar agusto!.

Cabe mencionar que después de este incidente en el palacio real, lo primero que hizo el hombre al llegar a su hogar fue contar a su mujer lo sucedido, la cual con gesto de asombro y agradeciendo al cielo por haber liberado a su esposo, le pregunto con cierta intriga: ¿Cómo le harás para lograr lo que le dijiste al rey en el tiempo establecido? ¡Si no cumples te pueden mandar a cortar la cabeza!, el cirquero con aplomo y serenidad respondió a su mujer: ¡No te angusties ni te preocupes antes de tiempo mujer¡, ¡De aquí a tres años todo puede suceder¡ ¿Quien sabe y tal vez el oso "hable" sólo, no crees?.

Moraleja:

No nos preocupemos en balde o anticipadamente ante las circunstancias de nuestra práctica laboral o profesional, la vida nos pone en situaciones de alto estrés, pero debemos siempre mantener la calma ante todo y con mente fría y con aplomo; procuremos resolver hasta el más difícil de nuestros problemas.

Seamos más estratégicos y con disciplina y trabajo diario construyamos un mejor destino para nosotros mismos y los beneficios vendrán a su debido tiempo, ¡ni antes, ni después¡.

Que tengan un excelente fin de semana.

Estoy a sus finos comentarios y a la orden.

CPC y MI Juan Gabriel Muñoz López
Consultor Fiscal




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